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La Juventud Masculina de Schoenstatt es una rama del Movimiento de Schoenstatt compuesta por niños y jóvenes que buscan crecer espiritualmente y vivir su fe de una manera más profunda y comprometida. Nuestras ramas se enfocan en formar a los jóvenes como "hombres nuevos" a través de la espiritualidad y pedagogía de Schoenstatt, que se centra en dejarse educar y guiar por María, la Madre de Jesús. Ella nos ayuda a tener y cultivar una amistad entrañable con el Señor.
Los niños y jóvenes que forman parte de la Juventud Masculina de Schoenstatt participan en actividades de formación espiritual, encuentros, retiros de oración, campamentos y proyectos apostólicos. Buscan vivir su fe de una manera activa y con un sentido de comunidad, al mismo tiempo que se esfuerzan por ser líderes en el mundo que les toca vivir y en cada una de las dimensiones de su vida.
Como miembros del Movimiento de Schoenstatt queremos formar una nueva cultura basada en los valores cristianos y el compromiso con la Iglesia Católica.
¿No eres de Santiago y te gustaría participar en la Juventud Masculina en tu ciudad? ¡Aqui podrás encontrar más información de como hacerlo!
La espiritualidad de Schoenstatt tiene como centro y fuente de vida la Alianza de Amor con María en el Santuario, que es una renovación original y concreta de la alianza bautismal. A través de la Alianza de Amor, María quiere cobijar y educar a sus aliados como hombres nuevos -a imagen de Cristo- para ser enviados al mundo como apóstoles del Reino de Dios. A su vez, quien se consagra a María, busca tener un contacto vivo y permanente con Dios y quiere hacerse responsable de vivir su fe en medio del mundo. La espiritualidad de Schoenstatt tiene tres dimensiones esenciales en cuyo conjunto se expresa la manera de vivir concretamente la Alianza de Amor:
La Alianza de Amor nos educa en la fe que lleva a buscar de manera activa la voluntad de Dios en los acontecimientos de la vida, y a responderle de modo filial y eficaz. A esta fe es la que llamamos fe práctica en la Divina Providencia.
La Alianza de Amor nos invita a entregarnos a María como sus instrumentos y a dejarnos educar y guiar por Ella para contribuir de forma dinámica y fecunda en la construcción del Reino mariano del Padre.
Se trata de la armonía querida por Dios, y hondamente afectiva, que se expresa en la vinculación del hombre a Dios, a las personas, a las cosas y al trabajo en todas las circunstancias de la vida.
La pedagogía de Schoenstatt tiene como objetivo el desarrollo vital de la Alianza de Amor a partir de cuatro dimensiones fundamentales. Este entramado de relaciones es denominado por el padre José Kentenich como “organismo de vinculaciones”, en cuyo centro se encuentra Cristo, en Alianza con el ser humano y en unión con María.
El tipo de liderazgo cristiano que se busca desarrollar en la Juventud Masculina de Schoenstatt, es a imagen de lo que San Pablo denomina como “el hombre nuevo” (Ef 4, 24), como una realización original del hombre nuevo en Cristo. El padre José Kentenich, fundador del Movimiento de Schoenstatt, toma esta formulación paulina y la interpreta como ideal de toda persona. Se trata de todo aquel que, dejándose transformar por la Alianza de Amor, posee las siguientes características:
Es la persona que sabe decidir y actuar “desde dentro”, realizando lo decidido.
Es la persona que se sabe agente activo y creador de historia.
Es la persona que se abre al amor y a las necesidades de los demás.
Es la persona que tiene por ejemplo a María y que, al dejarse educar por Ella, brota de su interior la luz de Cristo.
Es la persona que une armónicamente Dios y el mundo que lo rodean y descubre ahí el rostro de Dios, su amor y conducción como Padre.
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