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La creación y el trabajo en Atmósferas y espacios sanos así como la Prevención de abusos es un trabajo que nos concierne como Juventud Masculina de Schoenstatt. La verdadera protección de la juventud sólo se puede lograr mediante el compromiso enfocado en todas las áreas de nuestro acompañamiento.
Porque creemos que cada encuentro con un niño o joven debe ser una oportunidad para crecer en libertad, alegría y confianza. Una atmósfera sana no es solo ausencia de peligro: es un ambiente donde las personas se sienten respetadas, escuchadas y valoradas. Es el terreno donde florecen los vínculos y la fe.
Porque el Evangelio nos invita a cuidar la vida, especialmente la de los más pequeños. María nos impulsa a crear ambientes donde Jesús pueda nacer y crecer: espacios seguros, alegres y llenos de respeto. Promover atmósferas sanas es una forma concreta de vivir la fe cada día y de hacer visible el amor de Dios en nuestras relaciones.
Queremos que todos los espacios donde participamos —campamentos, reuniones, jornadas, encuentros y actividades— sean lugares seguros, alegres y formativos. Los documentos de lineamientos y protocolo nos ayudan a cuidar eso que más valoramos: el encuentro humano y la vida compartida.
Tenemos dos documentos que guían todo nuestro actuar:
Ambos están disponibles en nuestra página web.
No solamente. Prevenir abusos es una parte fundamental, pero también buscamos promover relaciones sanas, un trato digno y un ambiente pedagógico donde se fomente la responsabilidad, el respeto y la empatía. Nuestro foco no está solo en reaccionar, sino en educar y anticiparnos.
Significa cuidar el lenguaje, las actitudes, los gestos y los modos de relación. Cuidar la forma en que nos hablamos, cómo corregimos, cómo acogemos, cómo acompañamos. Es crear un clima donde todos puedan ser ellos mismos y sentirse en casa, sin miedo ni presión.
Todos. Desde los asesores y dirigentes hasta los papás, los jóvenes y los niños. Cada uno tiene un rol. Los adultos acompañantes tienen una responsabilidad especial, porque están llamados a generar entornos seguros y educativos, pero toda la comunidad comparte este compromiso.
Todos los adultos que trabajan o colaboran con niños y jóvenes deben contar con la certificación mínima exigida por la Arquidiócesis de Santiago y recibir formación continua en temas de acompañamiento, educación y prevención. Además, trabajamos en equipo para acompañar la vida de los grupos desde la fe y la pedagogía de Schoenstatt.
Cada actividad que incluye pernoctar está organizada con criterios muy claros:
Lo primero es no minimizar lo que se siente. Si algo genera duda o incomodidad, se puede conversar con el asesor, con un dirigente de confianza o directamente escribir a los canales de contacto de la JM Campanario. Toda señal es valiosa y merece ser escuchada con respeto y cuidado.
Se acoge, se escucha y se actúa. Lo más importante es cuidar a la persona que se atreve a hablar. Si hay una situación de riesgo o posible abuso, se activa el protocolo correspondiente, priorizando siempre el bienestar del menor. Nunca se debe prometer silencio, sino acompañar y orientar con prudencia y cariño.
El sigilo sacramental es inviolable. Sin embargo, si una persona revela una situación de abuso en ese contexto, se le anima a que pueda denunciar por los canales correspondientes. Se le acompaña y se le reafirma que hacerlo no es una falta moral, sino un acto de justicia y cuidado.
En la página web de la JM Campanario están disponibles los canales de contacto y denuncia, tanto internos como eclesiales. Cualquier persona puede utilizarlos, con la seguridad de que la información será tratada con confidencialidad, respeto y prontitud.
Se promueve desde la formación, el ejemplo y la palabra. En los grupos y actividades se conversa sobre el respeto, el valor del cuerpo, los límites personales y la importancia de hablar cuando algo no está bien. Queremos que los niños y jóvenes aprendan a cuidar y a dejarse cuidar.
Los papás son aliados fundamentales. Ellos conocen mejor que nadie a sus hijos, y su comunicación con los encargados de grupo, con la coordinadora general y el asesor es clave. Promovemos el diálogo constante y la confianza mutua, porque una comunidad que se cuida parte siempre desde la familia.
Comunícate con nosotros a contacto@jmcampanario.com si no puedes encontrar una respuesta a tu pregunta.
Conoce la labor de la Comisión de Prevención de Abuso y Acompañamiento del Instituto Secular Padres de Schoenstatt
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